26 abr 2012

Menhires, Dolmenes y la Tumba de Pacal II en Palenque, México

Menhires, Dólmenes y la Tumba de Pacal II en Palenque, México

Nos hacemos eco del estudio realizado por nuestro amigo Carlos Pellón, sobre el ámbito de la ubicación de algunas construcciones antiguas, en base a la existencia de determinadas corrientes de agua en el subsuelo del lugar, detectadas aplicando las técnicas del zahorí.

Carlos es un Ingeniero y Zahorí septuagenario, que lleva muchos años investigando sobre el tema, habiendo participado en las segundas Jornadas sobre Edificación Sostenible y Saludable, exponiéndonos de manera amplia y profusa, los fundamentos de sus inéditas teorías, que viene verificando en multitud de edificios y construcciones antiguas relacionadas con la divinidad.     

Este reciente e interesante estudio, intenta comprobar si dicho criterio, puede encajar a un lado y el otro del Atlántico, comprobando el posible paralelismo existente entre la ubicación de las construcciones megalíticas europeas de carácter funerario, tales como  dolmenes y menhires, frente a determinadas construcciones funerarias situadas en la Ribiera Maya (México) como la tumba piramidal del rey Pacal II. 

Según nos cuenta, esta pendiente de ampliar las investigaciones respecto a algunas construciones egipcias.  




La Tumba de Pacal II en Palenque (México) y las Estructuras Funerarias EuropeasAutor Carlos Pellón – Marzo 2012


El análisis de la hidrología del subsuelo bajo el Templo de las Inscripciones en Palenque (Chiapas), proporciona una valiosa información sobre los motivos por los que fue edificado en ese lugar y a su vez, justifica la posición de la cámara sepulcral de Pacal II en el interior de su estructura.

Análogo análisis, realizado bajo las estructuras funerarias del megalitismo europeo, ofrece suficientes puntos de coincidencia técnica entre ambos, para considerar la posibilidad de que ambas tengan una motivación u origen común, con las importantes consecuencias que supondría la confirmación de este supuesto.



Comportamiento técnico de las diferentes estructuras


Los Menhires

Su finalidad es situar  al observador sobre el terreno potencialmente emisor de gases. No hay enterramientos en él. Se elabora con una tipo de piedra diferente al del terreno en el que se erige, que lo diferencia claramente  del resto. Considerando que no se producen enterramientos y dado que sus constructores conocían perfectamente la situación del monolito, se pone de manifiesto el que esta señalización no estaba destinada ni a los vivos ni a los  cadáveres, sino al espíritu de los difuntos.

Esto muestra la creencia de que, el espíritu sobrevivía después de la muerte y conservaba la memoria de lo realizado en vida, pero tenían dudas de que pudiera reconocer al cabo del tiempo, la piedra exacta del menhir que marcaba esa zona de terreno, por lo que así lo diferenciaban inequívocamente de las de su entorno.

Los Dolmenes

Su estructura cumple con la finalidad de recoger los gases procedentes del terreno y mantenerlos en su interior. Teniendo en cuenta lo señalado para los menhires, la presencia del cadáver no constituye  más que una referencia ritual, quizás destinada al espíritu del difunto.

La construcción de la estructura, no sigue plenamente las mejores pautas para optimizar su función captadora de gases, ya que construyen la cámara sepulcral en el centro del punto de cruce, que está situado en el inicio del terreno potencialmente emisor y que, según las circunstancias, puede no ser el que proporcione la máxima aportación de gases. El corredor lo adaptan exactamente al trazado irregular de la corriente, cosa absolutamente innecesaria para lograr una buena captación y que en ocasiones, resulta constructivamente complicado.

De lo expuesto, parece deducirse que desconocían las razones técnicas por las que realizaban la construcción, limitándose a seguir unas instrucciones de carácter ritual, utilizando cómo referencia lo único tangible para ellos, que eran las corrientes subterráneas detectadas.

Da la impresión de que otra cultura, con unos conocimientos muy superiores, les hubiera indicado lo que deberían hacer, sin darles unas explicaciones técnicas, que sabían no podrían comprender.
Esta cultura tecnológicamente superior, tuvo que llegar desde fuera de Europa. El problema está en encontrar que cultura había en el 5.000 a. C. poseedora de estos conocimientos.

La Tumba de Pacal II

Su estructura cumple con la misma finalidad de captar los gases procedentes del subsuelo, pero constructivamente presenta unas características muy diferentes.
No se sitúa en el punto de cruce exacto, sino que lo hace directamente aguas abajo. Su forma rectangular es constructivamente razonable y su posición en el centro de la corriente, resulta óptima para la captación.
No se adapta a los 6,5 m de separación entre márgenes, sino que presenta un ancho constructivamente más adecuado.  Se excava con una profundidad de 1,5 m bajo el nivel del suelo, lo que facilita la penetración en el interior de la cripta, de los gases procedentes del terreno natural.
El cadáver se aísla totalmente de la atmósfera interior, lo que indica que éstos no van dirigidos a él. La entrada se cierra herméticamente, por lo que los gases permanecen retenidos en su interior, al igual que sucedía en la cámara-corredor de los dólmenes.

Pero lo más notable es el llamado “psicoducto”. Su concepción técnica resulta verdaderamente sorprendente.
Presenta una sección lo suficientemente amplia cómo para asegurar que, con el paso del tiempo, no llegará a obstruirse. Dirigido hacia lo alto, propicia el que los gases que salgan al exterior de la cripta sean los más ligeros, quedando en el interior de la misma los de mayor densidad. En definitiva, el conjunto cámara-psicoducto funciona como un eficaz sistema de decantación de gases.

En el caso de producirse una violenta salida de gas, cosa que ocurre con relativa frecuencia, tanto en los dólmenes cómo en la tumba de Pacal II, la presión en el interior de la cámara podría hacer peligrar el conjunto de la estructura, por lo que se hace necesario contar con algún sistema que permita evacuar este exceso de presión.

En los dólmenes, la presión interior  “esponja” la capa de tierra suelta que forma el túmulo, permitiendo la salida del exceso de gases por las pequeñas grietas que se abren, y que vuelven a cerrarse por su propio peso, una vez reducido el exceso de presión interior.

En la cripta de Pacal II, esta función de “válvula de seguridad” la realiza el psicoducto, pero con unas peculiares características. Una salida violenta de gases arrastraría mezclados los ligeros y los más pesados.

Para reducir la velocidad de salida, y con ello lograr una mejor decantación, se  hace al conducto describir zigzag.  Con esto, a la vez que se evacua el exceso de presión, se sigue manteniendo el mejor efecto decantador posible, al conseguir una salida de gases más pausada.

Evidentemente, los constructores del Templo de Las Inscripciones con la tumba de Pacal II, conocían perfectamente los aspectos técnicos de lo que estaban haciendo.


El 29 de noviembre de 2012, nuestro amigo Carlos Pellón ha dado un paso más en la divulgación de estas intereantes investigaciones sobre la hidrología del subsuelo y la arqueologia, creando el siguiente Blog, donde explica los fundamentos de su teoría.  

http://terraeantiqvae.com/profiles/blogs/hidrolog-a-del-subsuelo-y-arqueolog-a

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